El nombre del doctor Guillermo Soberón Acevedo está sólidamente ligado al desarrollo y fortalecimiento de la salud, la educación pública, la autonomía universitaria, la investigación científica y la cultura en México, e indisolublemente vinculado a la Universidad Nacional Autónoma de México.
Rector de esta casa de estudios del 3 de enero de 1973 al 2 de enero de 1981, su gestión marcó una profunda transformación de la UNAM por sus aportaciones en los ámbitos académico, de investigación, docencia y extensión de la cultura.
Como rector de la Universidad Nacional fue un determinado impulsor de la iniciativa de modificación al Artículo Tercero constitucional para adicionar la fracción VII, con la cual se garantizó la autonomía de las universidades e instituciones de educación superior del país, facultad que aseguró el respeto de la libertad de cátedra e investigación, entre otros aspectos relevantes.
La expansión
Soberón Acevedo implementó el Programa de Descentralización de Estudios Profesionales, a partir del cual se creó la Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP), con sus planteles en Cuautitlán, Acatlán, Iztacala, Aragón y Zaragoza, lo que permitió atender la demanda creciente de educación superior en la zona conurbada de Ciudad de México. Hoy estas entidades atienden a 40 por ciento de la matrícula en licenciatura.
Surgieron también la Facultad de Psicología y la Escuela Nacional de Trabajo Social, mientras que las escuelas de Enfermería y Economía evolucionaron para convertirse en facultades. Además, se fortalecieron las funciones de planeación universitaria para atender los múltiples proyectos académicos.
En sus dos periodos como rector se construyeron más metros cuadrados de superficie para actividades académicas y culturales, que en los 40 años previos.
Impulsó también el crecimiento del posgrado, el Sistema de Universidad Abierta y surgieron entidades como el Centro de Investigación en
Matemáticas Aplicadas y en Sistemas; de Estudios sobre la Universidad; de Ciencias de la Atmósfera; de Ciencias del Mar y Limnología; al igual que los institutos de Investigaciones Antropológicas; de Filológicas, y de Ingeniería, entre otros.
Además, se creó el Centro de Investigación sobre Fijación de Nitrógeno en Cuernavaca, siendo la primera instancia académica que se estableció fuera de la Zona Metropolitana, pues antes sólo había estaciones de entidades de Ciudad Universitaria.
Fomentó la descentralización de proyectos y programas en diferentes puntos del territorio nacional, como una forma de promover el desarrollo científico de México. Entre ellos: el Observatorio Astronómico de San Pedro Mártir; las estaciones biológicas de Chamela y Los Tuxtlas; la Estación Regional del Noroeste del Instituto de Geología, y se adquirieron los buques oceanográficos El Puma y el Justo Sierra.
En colaboración con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología intensificó la creación del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior, en Ensenada; y el Centro de Investigaciones Biológicas, en La Paz, ambos en Baja California; y los centros de Investigación en Óptica y de Investigación en Matemáticas, en Guanajuato.
Propició el surgimiento de un nuevo espacio de la Universidad, conocido en aquel tiempo como la Ciudad de la Investigación Científica, formada por las nuevas instalaciones de la Facultad de Ciencias, así como los centros e institutos de investigación científica, y su coordinación.
Igualmente, apoyó la participación de la UNAM en el diseño de nuevas instituciones de educación media superior y superior, como la Universidad Autónoma Metropolitana, el Colegio de Bachilleres y el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, para ampliar la matrícula en sus respectivos niveles.
Soberón Acevedo fue distinguido con más de una docena de doctorados honoris causa de instituciones en México y el extranjero, y como miembro de El Colegio Nacional.
La cultura no fue menos
La cultura de la UNAM y del país también vivieron un ímpetu, pues Soberón fue artífice del Centro Cultural Universitario –que reúne en un solo lugar los espacios destinados a la música, danza, teatro y cine– a los que se suman la Biblioteca y la Hemeroteca nacionales.
Entre estos recintos destaca la apertura de la Sala Nezahualcóyotl, uno de los sitios para conciertos más prestigiosos en el mundo, por su espectacular acústica y diseño arquitectónico.
Fue promotor del proyecto inédito del Espacio Escultórico, logrado gracias a la intervención de los artistas Helen Escobedo, Manuel Felguérez, Sebastian, Hersúa, Federico Silva y Mathias Goeritz. Con su apoyo se efectuaron reconstrucciones en el Museo Universitario del Chopo, el Palacio de Santo Domingo y el Antiguo Palacio de Minería.
Guillermo Soberón, quien nació el 29 de diciembre de 1925, en Iguala, Guerrero, estudió en la Escuela Nacional Preparatoria y posteriormente se tituló como médico cirujano por la Escuela Nacional de Medicina, hoy Facultad de Medicina; luego realizó estudios de doctorado en Química Fisiológica en la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, y a su regreso a México creó el Departamento de Bioquímica en el Hospital de Enfermedades de la Nutrición. En 1965 obtuvo su nombramiento como investigador de la UNAM.
Miembro de sociedades y asociaciones
El doctor Guillermo Soberón coordinó el Consejo Consultivo de Ciencias, órgano asesor de la Presidencia de la República en esta materia, de 1988 a 1994. De 1988 a 2004 fue presidente ejecutivo de la Fundación Mexicana para la Salud, AC, organización no gubernamental que ejecuta programas en apoyo del sistema de salud, particularmente en el campo de la investigación, la formación de recursos humanos y la economía en salud.
También formó parte de numerosas agrupaciones nacionales y extranjeras. Perteneció a la Sociedad Mexicana de Bioquímica, de la que fue fundador; a la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas; a la Asociación de Médicos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y a la Academia Mexicana de Ciencias. Fue miembro de The Biochemical Society, Inglaterra; American Society of Biological Chemists, EUA; The New York Academy of Sciences, EUA; y de la American Chemical Society.